Día Internacional de la Felicidad

niño-siriaDesde junio del 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 20 de marzo el Día Internacional de la Felicidad. Parece chiste tantos días mundiales tan tristemenete constratados con una realidad más cruda día a día.

El de la felicidad, que se estrena este año, lo concibieron para reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos, y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno.

La musa para la resolución de la ONU fue Bután, un país que reconoce la supremacía de la felicidad nacional por encima de los ingresos nacionales. Pero desde este mismo punto empieza el contraste porque, según demostraron varios estudios, la mayoría de los butaneses no se sienten felices.

«En este primer Día Internacional de la Felicidad, fortalezcamos nuestro compromiso con el desarrollo humano inclusivo y sostenible y reafirmemos nuestra promesa de ayudar a los demás. Obrar por el bien común también nos enriquece. La compasión fomenta la felicidad y nos ayudará a construir el futuro que queremos», destacó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Y eso seguro lo dijo pensando en los 19 000 niños que mueren cada día por causas evitables como el hambre, que elimina a más de 6 400 infantes por día. O lo dijo con las neuronas humeando por la crisis de Siria, o con la conciencia revolcándose por la impotencia demostrada frente a las agresiones de Estados Unidos que aún desangra a Iraq.

Lejos de la comodidad de modernos automóviles, de reuniones en lujosos salones y de palabras hermoseadas el hambre cabalga sin tregua en África, el desempleo mantiene insomne a miles en Europa, la violencia plaga a los norteamericanos que llenan de armas al mundo.

felicidadLa Felicidad no se construye con un día, se hace sin egoísmos y discursos vacíos. ¿Quieren compasión? No permitan que las potencias destruyan a su antojo cuanta tierra les apetezca. Gobiernen. Cumpla la ONU con su razón de ser y será una mano fuerte en pos de sonrisas plenas.

 

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