Del agua y la luz

Agua. Sensualidad, fuerza… Vida. Dueña del tercer planeta más cercano a la estrella más próxima, el agua es dócil con su amalgama de utilidades y es imponente en su cúmulo de imprescindibles. Alrededor de dos tercios del cuerpo humano está compuesto de agua, por eso la humanidad también comparte la naturaleza de este líquido: mansa e irancunda.
El hombre es un ser del agua.

 

 

 

 

Luz. Estado natural de los hombres para la felicidad. Incluso en la noche más cerrada, el hombre lucha, al menos, por un pedazo de día, un retazo de luz para ver, andar… La luz da comodidad al hombre. Le es necesaria. El hombre es un ser de la luz.

 

Entonces, he aquí fragmentos de luz recogidos en un mar constante de experiencias: la cotidianidad de una isla. He aquí fracciones anhelantes de servirle a tus pupilas para iluminar y refrescar su camino en medio de esta red de redes, ora sombras, ora luz.

2 respuestas a Del agua y la luz

  1. yuliana dijo:

    es hermoso ese atardecer sin igual sin duda la naturaleza es maravillosa

    • rogelio86 dijo:

      Gracias por tu deferencia, Yuliana; deseo que todos tus atardeceres sean hermosos, y que el vigor de los amaneceres, la plenitud de los mediodías, el reposo de las noches y la quietud de las madrugadas siempre estén en tu vida llenos de la bendición de Dios. Un abrazo de Luz.

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